Muda en cuarentena.

No recuerdo quién me lo dijo:

“cuarenta días antes y cuarenta días después de tu cumpleaños tu mundo da una sacudida”

Y vaya que lo he comprobado a través de los años.

Y más éste 31.

Nací el mero día de San Juan el 24 de Junio de 1989.

Cumplo 31 años en plena pandemia mundial;

Éste mes, conseguí trabajo, (¡Yeeeei!!) puse límites y fui despedida, (buuuu) porque quería cobrar lo justo.

Me enteré por una notificación de FB… (buuu)

Mi ex cliente no me ha pagado aún -¡Qué vergüenza pedir que me pague!-

Bueno son mis 4 mil pesos… todavía que le trabajé hasta en domingo…

Los 4 mil pesos que quiero para arrancar mi nueva idea de negocio.

Sigo ilusionada haciendo cálculos para lo que me alcanza.

Ya llevo desde Marzo encerrada.

Termino otra relación laboral…. y me estresa tener que decir “Ya me voy” me cagas.

¡Me invitaron a hacer una entrevista! El reto me emociona. ¿Cómo me explico que llevo dos semanas editando videos? Ya tengo la nalga entumida….

Me veo y no me gusto…. ¿Por qué se ve tan fake?

Otra sacudida:

Mudanzas.

Me mudo del lugar que habité por dos años y medio. Aquel que me vio recién casada, parida, y encuarentenada.

Hoy tuvimos que renunciar a seguir pagando este lugar.

Hoy anunciamos a tiempo límite que nos vamos.

La dueña nos gritó por teléfono. - Y todavía fuimos estúpidos en aceptar que en plena pandemia quizo subir la renta- No Ya nos vamos y para eso es la penalización en el contrato…..

Me mudo. Y tengo 10 días para desmantelar este lugar.

Mañana: Llevaré las primeras cajas

Mi Suegro murió hace dos semanas.

Mi esposo sigue en trance.

Yo sigo levantandome a maternar.

Hoy nos sentamos en el sillon, en tregua.

Despidiéndonos del lugar que fue nuestro nido.

sonrío con tristeza y agradezco lo aprendido.

No le temo al futuro si no a estancarme.

Junto las cajas.

Hoy queda despedirme y abrazar la nostalgia de los primeros pasos, los dibujos en la pared, las manitas de chocolate en las esquinas…

Es un nuevo comienzo.

Quizá ahora pueda renacer.

MARIELA SANTONI

Escribo para reinventarme la vida.

Este es un lugar de desahogo.

Si quieres algo profundo lee mis soliloquios.

Si quieres platicar invítame un cafe… o un mezcal.

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