Falso cumplido.

Somos tan poca cosa con nuestro sentido de inseguridad y de inferioridad

queriendo ayudar y salvar a hombres insalvables;

que no nos necesitan, pero nos volvemos indispensables para que nos sintamos mejor…

Somos tan tontas con nuestro complejo de inferioridad,

que buscamos a alguien mas jodido para no encargarnos de nosotras.

Y nos volvemos “tapete, salvación y centro”, entre comillas porque más que salvación

son nuestros parásitos para sobrevivir

y nos gusta esa relación parásita

Codependiente

gris

triste

pero al menos

objetivamente bien cumplido.

MARIELA SANTONI

Escribo para reinventarme la vida.

Este es un lugar de desahogo.

Si quieres algo profundo lee mis soliloquios.

Si quieres platicar invítame un cafe… o un mezcal.

https://marielasantoni.com
Anterior
Anterior

Remedios.

Siguiente
Siguiente

Un rincón en Canadá