Falso cumplido.
Somos tan poca cosa con nuestro sentido de inseguridad y de inferioridad
queriendo ayudar y salvar a hombres insalvables;
que no nos necesitan, pero nos volvemos indispensables para que nos sintamos mejor…
Somos tan tontas con nuestro complejo de inferioridad,
que buscamos a alguien mas jodido para no encargarnos de nosotras.
Y nos volvemos “tapete, salvación y centro”, entre comillas porque más que salvación
son nuestros parásitos para sobrevivir
y nos gusta esa relación parásita
Codependiente
gris
triste
pero al menos
objetivamente bien cumplido.