Pequeños y pequeñas rebeldes: historias que plantan semillas
Hay libros que entretienen, libros que enseñan… y libros que siembran.
Pequeños y pequeñas rebeldes, la colección de Editorial Planeta, hace justo eso: sembrar pensamiento crítico, empatía y libertad en las infancias de hoy —esas que ya no se conforman con cuentos sin preguntas ni finales predecibles.
En cada título, hay una posibilidad: la de mirar el mundo desde los márgenes, desde otras realidades, desde voces que históricamente han sido silenciadas o editadas. Y eso, para quienes criamos, acompañamos o fuimos niñxs preguntando “¿por qué las cosas son así?”, es un regalo poderoso.
Desde personajes históricos poco conocidos hasta historias cotidianas con potencia revolucionaria, esta colección invita a hablar de racismo, migración, diversidad familiar, justicia climática y otros temas que, lejos de ser “muy fuertes” para los niños, son en realidad urgentes para su mundo.
Yo, que siempre he creído en hacer del hogar un primer refugio y de los libros un primer manifiesto, celebro esta colección no solo como lectora, sino también como madre, como narradora y como autora comprometida con infancias más libres.
Gracias a Editorial Planeta por patrocinar este espacio, por confiar en este proyecto, y sobre todo por apostar por libros que no subestiman a las infancias, sino que las miran de frente y les dicen: sí, tú también puedes cambiar el mundo.
Si aún no has explorado la colección, te invito a hacerlo. Aquí, leer es rebelarse con ternura.
Yo, como madre, como lectora y como creadora de espacios donde lo íntimo es también político, agradezco profundamente esta colección. Porque no le teme a las preguntas, porque no le huye a la complejidad, porque cree en las infancias como semillas de cambio.
Gracias a Editorial Planeta por ser patrocinador de este espacio y por apostar por libros que no infantilizan las emociones, sino que las iluminan.
Si tienes a tu cargo infancias o simplemente quieres regalar algo significativo a un peque que te importa… empieza por aquí.
A veces una historia basta para encender una vida.